Municipio de Linköping

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Linköping (Suecia) apoya a 25 estudiantes con problemas médicos y de salud mental con AV1

Erik Helmersson es el coordinador TIC para los cursos de 0 a 9 años en Linköping, un municipio de Suecia. Apoya a los centros educativos en su proceso de digitalización y coordina el proyecto que pone en marcha 25 robots AV1 para estudiantes con ausencias escolares.

El proyecto de robots AV1 en Linköping

“Somos un equipo de cuatro coordinadores TIC, dos de ellos en primaria. Nos turnamos para participar en estudios piloto, y en mi caso coincidió que me tocó coordinar el piloto del AV1, que resultó ser una herramienta fantástica y muy eficaz. Así que ahora coordino el equipo de AV1, ya en nuestro tercer año: comenzamos en marzo de 2022. Me encargo de coordinar el uso de los AV1 y de llevarlos a los centros educativos para presentarlos al personal que los va a utilizar.”

“Contamos con más de 70 centros educativos, incluyendo primaria, secundaria y educación especial, todos gestionados por el municipio. Algunas escuelas privadas también han podido pedir prestado un AV1 a través del mismo sistema, aunque limitamos el número según el tamaño de su alumnado.”

“En mi rol, hago de todo: desde participar en debates estratégicos con directores de centros hasta formar directamente al profesorado cuando introducimos un nuevo sistema digital. A nivel municipal, colaboro en la selección de herramientas digitales, su implementación y en garantizar que cumplan con el RGPD. Pero lo que más me gusta, sin duda, es estar presente en las escuelas.”

¿Por qué el municipio decidió invertir en AV1?

El consejo de digitalización conocía el robot AV1 y animó a Linköping a probarlo. El aula hospitalaria y algunos centros del área ya lo habían utilizado, aunque con ciertas dificultades para integrarlo.

Erik y su equipo decidieron comenzar con una prueba piloto con pocas unidades, pero los resultados positivos llegaron rápidamente y ampliaron la flota hasta alcanzar los 25 robots:

“Vimos enseguida que eran realmente útiles, así que pronto llegamos a tener un total de 25.”

“Organicé una sesión de presentación para todos los centros. Una directora no pudo asistir presencialmente porque se estaba recuperando de una operación, así que participó a través del AV1 que llevé conmigo. Esto permitió que los demás asistentes vieran cómo funcionaba en la práctica, y ella lo utilizó durante un mes sin ningún problema.”

Atendiendo la demanda

“Unos 70 estudiantes han usado AV1 en estos dos, dos años y medio. Tal vez la mitad de los centros lo han probado. No todos los usos han sido exitosos y algunos lo valoran más que otros. Aún estamos analizando por qué algunos centros no lo han utilizado.”

“Normalmente tenemos la mayoría de los AV1 en uso, dejando un par en reserva. Esta es la tercera primavera que usamos AV1 y la demanda se mantiene estable.”

“Hicimos un cálculo para ver a cuántos estudiantes podríamos ayudar. Teniendo en cuenta los que están siempre en casa, y sabiendo que la mitad de las intervenciones son positivas, estimamos que necesitaríamos 375 AV1. Lamentablemente no tenemos la capacidad organizativa ni el presupuesto para gestionar esa cantidad, así que por ahora 25 es lo ideal.”

Cómo trabajan con los centros educativos

Erik nos explicó cómo se identifican y aprueban los casos para usar AV1:

“La decisión oficial de solicitar un AV1 la toma el director del centro. Como me reúno con ellos cada dos semanas, normalmente me preguntan si hay alguno disponible. Si es así, presentan una solicitud formal. Casi siempre se aprueba, solo hemos denegado dos.”

“En el equipo somos tres: yo, una profesora especializada en pedagogía inclusiva y un psiquiatra infantil que colabora con los equipos de orientación educativa. Somos nosotros quienes decidimos si es una intervención adecuada para el estudiante. Si lo es, contacto con el centro para programar la introducción.”

“Dependiendo del caso, uno de nosotros lidera la intervención, planificándola junto al centro y haciendo seguimiento. Al principio los seguimientos son frecuentes, pero disminuyen cuando vemos que todo va bien.”

Medir el éxito

Sobre las razones por las que los alumnos usan AV1, Erik comenta:

“El grupo más numeroso hoy son estudiantes con ausencias escolares prolongadas por motivos emocionales o rechazo escolar. Al principio eran principalmente alumnos con enfermedades crónicas, o alumnos con altas capacidades que lo usaban para asistir a clases de cursos superiores sin cambiar de centro. No podemos usarlo para enseñar a este grupo porque no se nos permite hacerlo"

“La asistencia escolar se reporta en relación con el subsidio parental temporal que los tutores tienen derecho a solicitar a la Agencia de la Seguridad Social cuando se quedan en casa con sus hijos. Si el alumno no está físicamente en el centro, debe constar como ‘ausente’ incluso si participa mediante AV1. Solo pueden marcarse como ‘presentes’ si se conectan desde una instalación organizada por el colegio.”

“Solemos decir que se trata de un paso hacia la vuelta al colegio, si lo que necesitan es ganar confianza, ver al profesorado y ver cómo es el entorno escolar después de haber estado sin asistir durante años. Así que es un paso hacia la presencia física en la escuela.”

“Esto varía según el tipo de uso: un estudiante con una enfermedad prolongada puede utilizar AV1 durante un largo periodo desde casa para participar en las clases.”

“Tuvimos un alumno que se rompió una pierna y no podía ir al colegio, así que utilizó AV1 para facilitar su reincorporación y así no perderse tanta enseñanza ni interacción con el profesorado.”

Definir si una intervención con AV1 ha sido un éxito es “algo muy subjetivo para los docentes”, explica Erik. Él ha hablado directamente con algunos usuarios de AV1, pero normalmente habla con el centro educativo y es este quien se comunica con el alumno.

“No tiene por qué traducirse en una mayor asistencia física para que consideremos que la intervención ha sido positiva. Nos gusta hablar del movimiento del alumno hacia la escuela. Puede ser que el profesor perciba que el alumno tiene una actitud más positiva hacia el colegio, o que se siente más cercano de alguna forma; eso es algo bueno y lo consideramos una intervención positiva. Confiamos en los profesores para valorar esto.”

Tasa de éxito por tipo de uso

"En cuanto a las ausencias escolares problemáticas, en el primer año teníamos alrededor del 60% de las intervenciones positivas, creo que ahora estamos en torno al 50%, lo que sigue siendo bueno."

"Para los estudiantes con enfermedades físicas, es mucho más fácil, ya que quieren estar en la escuela y el éxito es casi del 100%."

"De las 70 intervenciones, la mitad han sido para niños con problemas de ausentismo escolar. Por lo tanto, si el 50% de ellos tienen éxito y están más cerca de volver a la escuela debido a AV1, son 25 niños a los que estamos ayudando a tener una vida mejor a largo plazo. Realmente no se puede medir lo genial que es eso."

Mirando hacia el futuro

“Espero y creo que seguiremos usando AV1 porque es una gran herramienta. Sé que Uppsala y Gotemburgo han obtenido los primeros permisos para impartir educación a distancia, y estamos muy atentos para ver si eso podría funcionar también aquí.”

“Al principio pensé que los centros acabarían comprando sus propios AV1, pero no ha sido así. Por eso tiene sentido seguir gestionándolo a nivel municipal. La necesidad no va a disminuir, incluso puede aumentar, así que seguramente continuaremos usando AV1, quizás incluso más que ahora.”

“Intentamos mantener una mentalidad abierta y explorar nuevos usos para AV1, porque realmente es una herramienta muy valiosa.”

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